La tradicional infusión expande sus horizontes; el objetivo es ofrecer alternativas del producto y posicionarlo como una bebida saludable y premium Lionel Paredes

40,5 millones de kilos fue la cantidad de yerba mate enviada al exterior entre enero y noviembre de 2018, alcanzando un récord histórico de exportación
40,5 millones de kilos fue la cantidad de yerba mate enviada al exterior entre enero y noviembre de 2018, alcanzando un récord histórico de exportación Crédito: Shutterstock

La tradición de la yerba mate comienza a expandir sus horizontes de una manera sostenida. El 2018 registró un récord histórico de exportaciones y el mejor consumo interno en diez años, consolidando una costumbre que acompaña a los argentinos a diario.

El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), un ente de derecho público no estatal creado en 2002, registró que los embarques de yerba mate totalizaron 40,5 millones de kilos entre enero y noviembre de 2018, con un aumento en las exportaciones del 44% en comparación con 2017.

En diálogo con LA NACIÓN, Alberto Re, ingeniero agrícola y presidente del INYM, destaca la recuperación del sector: “Considerando el contexto general del país, y particularmente la situación de las economías regionales, la actividad yerbatera atravesó aceptablemente bien en 2018, tanto desde el punto de vista productivo como desde el consumo. En 2017 se registró una merma del 18,9% en la cosecha debido a las prolongadas lluvias de abril y mayo; sin embargo, durante 2018 se produjo una recuperación del ingreso de materia prima (hoja verde) a los secaderos y, al mismo tiempo, se registró el cumplimiento de los precios mínimos establecidos por el INYM para la hoja verde y la yerba mate canchada, como también un acortamiento en los plazos de pago a los productores”.

Para Re, el aumento de las exportaciones se explica por “la recuperación del mercado sirio, que representa alrededor del 70% de los embarques de yerba mate argentina”, y por la consolidación de otros mercados, como Chile, que ocupa el segundo lugar.

A su vez, destaca “la participación de establecimientos yerbateros en ferias internacionales” con apoyo financiero y participación del INYM, así como de otras actividades de promoción federal, como las que adelanta la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (Aaici) junto a la Secretaría de Agroindustria, que lograron insertar, por ejemplo, a la marca Taragüi (Establecimiento Las Marías) en góndolas de alimentos gourmet de 17 sucursales de Galerías Kaufhof en Alemania.

“Trabajamos para sostener la presencia de la yerba mate argentina en diversos destinos, como Estados Unidos y Europa, además de asesorar la exploración de nuevos mercados, como la India”, añade Re.

El INYM agrupa a más de 50 empresas yerbateras del país, como La Cachuera SA, que exporta su marca Amanda a Siria, Líbano, Chile, Francia, Estados Unidos y Alemania, entre otros países.

El director de comercio exterior de la empresa, Víctor Saguier, cuenta que La Cachuera es “la más antigua de las empresas yerbateras de la provincia de Misiones todavía en actividad” y resalta de su historia –comenzó actividades en 1927– la dificultad de los primeros envíos al Líbano, a mediados de la década del 80. “El auge como empresa exportadora de yerba mate devino con la apertura del mercado del Líbano y Siria en 1985, demanda provocada por los inmigrantes que retornaron a sus tierras, llevando consigo la costumbre del mate. Pero las primeras cargas fueron riesgosas porque el país estaba en guerra civil, lo que dificultó la llegada de la mercadería a Beirut por la distribución interna”, cuenta.

Hoy la empresa exporta el 40% de su venta anual, facturando US$28 millones, aproximadamente, y planea fortalecer su presencia en el exterior participando activamente de ferias, además de incursionar “en una línea de yerbas tipo gourmet, con un packaging diferenciador”.

Otra empresa radicada en Misiones –provincia con gran tradición productora– es la Cooperativa de Productores de Yerba Mate de Santo Pipó, que tiene la marca Piporé y se encuentra entre las diez yerbateras más grandes del país y entre las tres exportadoras a nivel mundial, según cuenta su presidente, Gerardo Vallejos. Las oportunidades se encuentran vinculadas a las principales características del alimento yerba mate, ya que se trata de un producto natural, sano y con un bagaje cultural importante”. Alberto Re, presidente del INYM

El 40% de su producción está destinado a la exportación, con siete millones de kilos enviados a Siria, Chile, Líbano, Estados Unidos, Alemania, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Inglaterra, Jordania y España.

Con Siria y Líbano al frente de la recepción de las cargas de yerba del sector, otros países más remotos se suman a la lista. Es el caso de Islandia, Noruega y China, a los que también exporta la empresa Kraus, perteneciente al INYM.

Otra escala

El principal destino de los despachos de yerba mate argentina es Siria, con alrededor del 70% de las compras
El principal destino de los despachos de yerba mate argentina es Siria, con alrededor del 70% de las compras. Crédito: Shutterstock

Los productores más pequeños también vieron en la unión la posibilidad de comercializar este producto, tanto en el mercado interno como en el exterior. “La Cooperativa Agrícola Río Paraná nació como una necesidad de organizar a los productores de Misiones más alejados de los centros de comercialización y de las políticas sociales”, cuenta el responsable comercial de la cooperativa, Juan Carlos Domínguez.

“En 2001, con la gran crisis económica que sufrimos, nos organizamos para cerrar el círculo productivo y comercial de nuestros productos agrícolas y así nació la marca Titrayju”, recuerda Domínguez, quien añade que en los últimos tres años han exportado alrededor de 32.000 kilos de yerba mate. “Es poca cantidad, pero significativa para nosotros. Queremos triplicar ese número en exportaciones, y ya tenemos varios pedidos en curso”.

Estrategia

El repunte de las exportaciones entusiasma al sector, que se plantea como desafío posicionar al producto como un alimento orgánico y saludable.

“Las oportunidades se encuentran fundamentalmente vinculadas a las principales características del alimento yerba mate, ya que se trata de un producto natural, sano y con un bagaje cultural muy importante. A partir de la participación en ferias internacionales se pudo observar la creciente demanda que existe por este tipo de productos, sobre todo para la elaboración de bebidas e infusiones que generan bienestar y cuyo origen se relaciona con la producción natural, sin aditivos y amigable con el medio ambiente”, señala Re.

“También queremos consolidar los eslabones de la cadena de tal manera que el sector se vea como un todo; a partir de esa premisa, desarrollar los programas específicos para cada uno de ellos y continuar con aquellos que ya están en marcha. Otro de los desafíos es sostener el trabajo de promoción para el desarrollo de los mercados externos y así aumentar las exportaciones”, agrega.

Mercado interno

La tendencia positiva se afianza en el consumo interno. Según datos del INYM, entre enero y noviembre los despachos de yerba mate “a salida de molino” totalizaron 244,1 millones de kilos.

“Si se comparan los datos de los diez últimos años, estamos en presencia del mayor consumo registrado en el período enero-noviembre”, destaca Re.

Y entre los aspectos relevantes se observa que, a partir de un trabajo conjunto entre el INYM y el sector yerbatero, crece entre los consumidores la conciencia acerca de las propiedades benéficas que tiene la yerba mate en la salud humana, con un interés cada vez mayor en el uso del producto como alimento funcional, en bebidas y en la gastronomía.

“En ese sentido, haremos una apuesta fuerte a fomentar la innovación en un amplio concepto, ya sea para el desarrollo de nuevos productos y nuevas presentaciones a base de yerba mate, como también en los procesos vinculados a la producción y elaboración”, concluye el titular del INYM.

Fuente: Lionel Paredes para La Nación