Una receta perfecta para disfrutar en la merienda con un mate o en el desayuno. Te contamos el paso a paso súper fácil de hacer y con pocos ingredientes.
Para muchos de nosotros, comer algo dulce como postre luego de almorzar o cenar es un ritual innegociable. Acompañados de un café o un té, las comidas se cierran con una porción de alguna delicia azucarada. Si es tu caso, es importante que sepas que un buen postre no es sinónimo de grasas y calorías en exceso.
Hay opciones súper ricas y saludables que podés disfrutar sin culpa: te contamos cómo hacer un bizcochuelo de mandarinas delicioso, fácil y en pocos pasos.
¿Qué necesitamos?
- una taza de aceite (preferentemente de maíz)
- 2 huevos, una taza de azúcar
- 1/2 kilo o 3 tazas de harina 0000 leudante
- 2 mandarinas
Un tip: el bizcochuelo se puede hacer también con naranja, limón o pomelo. El cítrico que mas te guste.
Paso a paso
El primer paso para preparar el bizcochuelo será precalentar el horno a temperatura baja. Mientras tanto, debemos pelar las mandarinas y cortarlas en pedazos, intentando sacarle las semillas.
Poner las mandarinas en la licuadora y agregarle aceite, huevos y azúcar.
Licuar todos los ingredientes hasta que queden bien mezclados, no hay problema si quedan trocitos de mandarina sin licuar.
Agregamos de a poco harina leudante a la mezcla. Una vez que se logre una consistencia cremosa, ya no se debe agregar más.
Batir la mezcla (con la licuadora o a mano) durante algunos minutos. Luego ponerla en un molde enmantecado y enharinado previamente.
Llevar la mezcla al horno y dejarla durante aproximadamente 30 0 40 minutos. Un factor para guiarse sobre cuando sacarla es que la preparación debe estar dorada por arriba.
Para más disfrute, hay que esperar a que se enfríe y luego comerla junto con unos mates. En pocos pasos y con ingredientes simples, se preparó un bizcochuelo de mandarina.
Bonus track: Merengue francés para decorar el bizcochuelo (opcional).
Ingredientes
- 2 claras de huevo
- 80 gr de azúcar común
- una gotita de limón
Paso a paso
Batir las claras a punto nieve con la gotita de limón, una vez que las claras hayan triplicado su volumen ir sumando el azúcar de a poco. Seguir batiendo hasta que se forme el merengue y esté firme. Se supone que para saber que el merengue está hay que dar vuelta el bol sobre la cabeza, no amigos. No lo hagan. No queremos tener que limpiar el desastre! Aparte para que tanto lío si también pueden darse cuenta levantando el batidor. Si el merengue no cae, ya está listo.