El mate es la infusión más difundida tanto en Argentina como en Paraguay y Uruguay, al punto que es una costumbre profundamente arraigada en las costumbres de estos tres países sudamericanos. Pero, ¿cuál es el país más matero de todos?
Paraguay ostenta el privilegio de ser la tierra originaria del mate, donde todo comenzó. Es posible encontrar grabados de fines del siglo XVIII que retratan indígenas paraguayos cosechando y secando yerba mate, la Ilex paraguariensis, la planta sagrada que nos da nuestra yerba. El ritual guaraní ha sobrevivido al menos tres siglos casi sin modificaciones, salvo nuestras modernas bombillas de acero y otros materiales modernos e industriales. Los colonos españoles fueron los primeros en registrar esta costumbre de los originarios y con el tiempo, fueron adoptándola. Su origen es indiscutible puesto que por entonces se la llamaba “yerba del Paraguay”.
Esta planta es nativa de las regiones subtropicales y templadas de América del Sur, es decir, de Argentina, Bolivia, sur de Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay y Uruguay.
“Con su epicentro histórico en lo que hoy sería la región oriental de Paraguay, los guaraníes fueron los grandes responsables de la propagación de la yerba mate al sur del continente americano”, señala el uruguayo Javier Ricca, autor del libro “El mate”, ganador del prestigioso Gourmand Awards 2010.
No obstante, durante dos décadas su consumo estuvo prohibido por los jesuitas, debido a su concepción mística y los poderes sobrenaturales que se le adjudicaban. Sin embargo, tras este período la yerba sirvió para la expansión económica de la compañía de Jesús.
Argentina, por su parte, es el país que más produce. En los últimos 5 años, generó 777 mil toneladas de hoja verde, según un informe del Instituto Nacional de la Yerba Mate. También lidera en exportación de yerba mate con un promedio anual de 35 mil toneladas, siendo sus principales destinos Siria (72%), Chile (14%), Líbano y Estados Unidos (2%). También es el país con mayor superficie de cultivos de yerba mate, totalizando 165 mil hectáreas, seguido por Brasil (85 mil) y Paraguay (35 mil).
Uruguay se destaca por el consumo más extendido en todos los ámbitos. El mate realmente está presente en todo momento de la vida cotidiana. La extendida costumbre uruguaya de tomar mate en la calle tiene sus orígenes en la resistencia al último gobierno militar y a la migración hacia Montevideo.
Con apenas 3 millones de habitantes, Uruguay es donde se registra el mayor consumo de yerba mate por persona: 8 kilos anuales per cápita. La gran particularidad es que toman mate desplazándose, con “termo y mate bajo el brazo”. El mate ha conquistado el espacio público.
De acuerdo a historiadores, un sector político de la población uruguaya lo esgrimía como una insignia social, como un indicador de rebeldía durante el gobierno militar de 1973 a 1985. También se relaciona a la migración interna, dado que obreros y estudiantes que vivían en pequeñas pensiones, escapaban al encierro saliendo a la calle a tomar mate.
El primero, el más conocido o el más tomador, el mate despierta pasiones y fanatismos.
Fuente: @fansdelmate