La torta más tradicional de Argentina. La receta es sencilla y rica, ideal para compartir con la familia durante el fin de semana largo.
Un clásico de nuestra tradición: la torta de los 80 golpes. Algunos pasteleros suelen reconocer que es una receta válida para quitarse los nervios, por la fuerza para realizar la masa. De todos modos, este postre argentino clásico es válido para cualquier momento y con quien se deseé. Para después del asado, con el mate de la tarde o una merienda con niños. Cualquier ocasión es valida para llevar a cabo la receta fácil y deliciosa.
¿Qué necesitamos?
- 500 gramos de harina 0000
- 50 gramos de levadura fresca
- 4 cucharadas de aceite de girasol
- 4 cucharadas de azúcar
- 2 huevos medianos
- ¾ taza de leche tibia
Para el relleno
- 200 gramos de manteca a temperatura ambiente
- 15 cucharadas de azúcar
- Ralladura de limón (únicamente la parte amarilla)
Paso a paso
– Formar una corona de harina en la mesada y añadir en el centro la levadura, las cucharadas de azúcar, de aceite y los huevos.
– Luego comenzar a integrar la harina ayudándote con la leche tibia, formando un bollo. Aquí es cuando comienzas a poner empeño en los golpes. Levantarlo bien alto y estrellarlo de un golpe contra la mesa unas 80 veces.
– Colocar aceite un molde profundo y ubicar la masa tapándola con un paño húmedo en un lugar tibio hasta leudar el doble de su volumen.
-Mientras tanto, formar una crema con la manteca, el azúcar y la ralladura de limón. Reservar.
-Pasar la masa a la mesada previamente enharinada, estirarla de 1 cm. y realizar un rectángulo, lo más parejo posible. Con una espátula, untar la superficie con manteca y azúcar. Enrollar la masa desde un extremo formando un súper arrollado y dividir en pedazos de 5 cm.
-Enmantecar y espolvorear con azúcar un molde redondo. Acomodar prolijamente los espirales (separados entre si), tapar y dejar leudar.
-Cocinar en horno precalentado a temperatura media durante 45 minutos hasta obtener la superficie dorada. Cuando falten unos 3 minutos para terminar la cocción, apoyar el molde en el piso del horno con el fin de caramelizarlo.
-Quitar la torta, se recomienda despegar un poco los bordes y desmoldar directamente en un plato. Recuerda no dejar pasar mucho tiempo, sino se pegará el fondo por el caramelo.